En el reciente acontecimiento tecnológico que ha sacudido los cimientos de OpenAI, Joaquín Peña, experto en inteligencia artificial, desgrana las claves detrás del sorpresivo despido y posterior reinstauración de Sam Altman, CEO de OpenAI, la compañía detrás del revolucionario ChatGPT. Altman fue inicialmente destituido por falta de transparencia con la junta directiva, provocando un inmediato revuelo que incluyó la renuncia de Greg Brockman, presidente de la junta, en desacuerdo con la decisión. La situación dio un vuelco cuando Microsoft, al día siguiente, anunció la incorporación de Altman a sus filas para un nuevo proyecto de IA, solo para que este regresara a OpenAI tras una fuerte presión de inversores y amenazas de boicot por parte de los empleados.

Peña recuerda que OpenAI, fundada en 2015 por Elon Musk, Sam Altman, entre otros, como una entidad sin ánimo de lucro, se transformó en una empresa tras la inversión de Microsoft de 5.000 millones de dólares en 2017, momento en el cual Musk se desvincula. El origen del reciente conflicto se remonta a una carta de los investigadores de OpenAI a la junta directiva, advirtiendo sobre los peligros potenciales de la IA. Esta dualidad entre la precaución académica y la ambición empresarial de Altman culminó en la reconfiguración de la junta directiva, ahora liderada por Bret Taylor, con Larry Summers y Adam D’Angelo, marcando una victoria para la visión de un desarrollo acelerado de la IA, según concluye Peña con una nota de inquietud sobre el futuro de la tecnología.

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